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Raúl Herrero

Hermosos, inconfesos y mártires misterios

Hermosos, inconfesos y mártires misterios

Anteayer, o quizá hace menos de una hora, recibí por correo electrónico la confirmación de una noticia estremecedora. Fernando Arrabal ha recibido un premio por su interpretación en la película Avida de Delépine y Kervern,  en el Festival Quend de cine organizado por Canal +. Y, para más inri, al autor de Baal Babilonia en Belgrado le otorgaron el gran premio BITEF de teatro. La felicidad fue tan enorme que me rebosaba por los hombros y me vi en la obligación de comérmela a cucharadas. Tal sobredosis de felicidad fue la que me llevó por esas callejas de la ciudad a participar en uno de esos rituales donde algunos bailan o danzan, otros comen bocadillos y los menos se quedan con el rostro embobado frente a una pantalla de vacío, mientras unos señores, armados con instrumentos musicales, se enzarzan en preclaras interpretaciones. Mientras escuchaba La motocicleta, interpretada por el incombustible grupo de los 60 Los bravos, recordé que, en la película mencionada, Arrabal aparece toreando a un rinoceronte. También Dalí quiso recrear la donosura artística de este animal enfrentada a la pintura de Vermeer de Delft.

De entre un grupo de jóvenes, situados en primera fila en el concierto, voló un sombrero de colores a Mike Kennedy. Éste lo recibió y se lo encasquetó en la cabeza durante unos minutos.

La noche se llenaba de cenadores y de hombres con vasos de plástico llenos de cerveza.Una llamada del estupendo actor y director Joan Frank me advirtió del próximo estreno de El Arquitecto y el Emperador de Asiria de Arrabal en Madrid, el día 18 de enero en la Sala Teatro ITACA. ¡Qué extraordinaria exactitud, justo un mes y un día después de mi cumpleaños! ¡Qué gran merienda para mi nueva edad!

Carmen, mientras tanto bailaba Roll over Beethoven y uno de los jóvenes sesenteros redivivos con su furiosa danza enviaba a una anciana al otro extremo de la carpa. Mireia Valls, desde Barcelona, me recordó, con un telegrama psíquico, que presentaríamos Presencia viva de la Cábala, escrito por ella y Federico González, el 20 de octubre en El Corte Inglés de Zaragoza y el 27 en La Casa del Libro de Barcelona.

El bajista de Los Bravos se enzarzó en una danza ritual, en tanto el guitarrista de rodillas finaliza un soliloquio para cuerdas. Aquellos momentos resultaron emocionantes. La edad se encuentra en la débil somnolencia y en las sombras equinocciales de los cuerpos. Pero aquellos músicos transpiraban entusiasmo juvenil. Entonces recordé la montaña de pruebas que me esperaba sobre la mesa, los trabajos de amor perdidos y otras inconveniencias, y sentí que mi ánimo se predisponía para torear unicornios.   

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