Blogia
Raúl Herrero

Alucinógena Feria del libro, (I)

Alucinógena Feria del libro, (I)

En el mejor momento del año –durante la celebración de los cuarenta años de la aparición del disco Sgt. Pepper’s de The Beatles- y junto a los más aguerridos compañeros “casetistas” que los siglos han visto –la librería Los portadores de sueños- comenzó la una nueva y reluciente feria del libro en la caseta de Libros del Innombrable.

La aventura se inició bajo los canales de la confusión. A media hora de la apertura del evento, sin llaves y con enormes cajas a la espalda girábamos alrededor de la nada. Con la rapidez de un galápago confuso por la iniquidad lanzamos los libros en dirección a las estanterías y el mostrador. Una imagen de tamaño superior al natural con la figura de Fernando Arrabal se dispuso para conmemorar una presentación permanente de la novedad del Diccionario Pánico.

Ester Fernández llamó por teléfono y advirtió: “Has visto el cultural del ABC. Dedican una página al libro de Ekelöf publicado por Libros del Innombrable.” Al poco Félix Romeo pasó por la caseta para reincidir en la buena nueva. El día anterior me regaló unos libros traducidos por él. Uno de ellos, un diccionario-biblioteca (Biblioteca, Tavares, Xordica), colmó mis apetitos del primer día de feriante.

Como en toda feria que se precie sólo nos quedaba la búsqueda de monstruos que distrajeran al respetable público. Primero pensamos en acciones bien dirigidas y que asombrarían a los manifestantes indómitos: el lanzamiento de dardos envenenados a los menos dados al pago de tributos, el apedreamiento de los que abandonan el lugar llevados por un extraño disgusto e incluso el lanzamiento de jabalina sobre los timoratos que pasan junto a la caseta desde lejos y mirando de soslayo, ¿quizá porque les pesa algo en la conciencia? Al final optamos por recurrir a la clásica firma de autores. Y para predicar con el ejemplo situé a mi persona en primera fila del espectáculo como apertura y pompa inicial.

El día de la inauguración se acercó hasta nuestro hogar amigo el amigo Luis Alberto de Cuenca, siempre simpático y con dotes de apertura francesa, bajo los auspicios de Ramón Acín. Conversamos brevemente sobre el rodaje de la película de Houellebecq.

Durante la tarde del domingo, destinada al esbozo de firmas, regalé un pirulí a todos aquellos que se acercaron con tal aviesa propuesta. Aún así realice algunas excepciones por descuido y falta de memoria. José Antonio Conde por la mañana se personó con su entusiasmo febril para hablarme de horrendos paisajistas y de bondadosos ruiseñores que saltan a la comba. Muchos lectores preguntan por la inminente aparición de Mariano Esquillor y les emplazamos para el próximo sábado.

También surgió del origen de los ciclos temporales, envuelta en brumas borgianas y beckettianas, la nigromántica y preclara Aloma, de camino a vislumbrar la portada de la que será su primera novela. A su alrededor contemplé la danza de tres mil quinientas doncellas asirias, de cuarenta duendes cojos y de una salamandra disfrazada de fakir. Ella ha interpretado a Casandra en la obra Los Bosques Nyx de Tomeo y ese encuentro con las dotes de clarividencia se leía en el aumento de la densidad de sus ojos.

Los días pasan lentamente en el interior de la caseta. Las mañanas suceden como tardes y las tardes como noches, las noches parecen mañanas y así el sueño se mezcla con las luces y la noche con la profundidad. Mientras los paseantes retuercen sus humectantes cuerpos contemplamos los últimos ejemplares de Presencia viva de la cábala, a punto de agotarse.

De vez en cuando confundimos a algún paseante con Fernández Molina y hablamos de nuestras cosas a un ignoto desconocido. Eso es natural cuando uno ya no pertenece a su tiempo, sino a otras tierras.

3 comentarios

Raúl -

Gracias por vuestros comentarios. ¡Qué suerte de amigos y lectores!

Zebedeo -

Es una pena que no pueda acercarme a esos mágicos lares donde habitan, en pequeño espacio, los liberadores de mentes en forma de hojas. En este caso la distancia no es el olvido pero sin un grave impedimento para mi estancia física. Tendré que conformarme desde mi casa para disfrutar del placer de la lectura como diría Félix Romeo.

Mientras tanto tu espacio físico y onírico seguirá rodeado de libros. Por lo menos es lo que ocurriría a mí, cuando paso tanto tiempo rodeado de algo siempre acabo soñando con él.

Nos leemos.

Eunuco -

Ya te ví en el concierto de Los escarabajos.Disfrutarías de uan agradable velada con la interpretación de los Temas del sargento Pimienta.Muy bueno tu texto sobre la feria del libro.A ver si prospera tu editorial.