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Raúl Herrero

La secta (Grandes falacias de hoy, III)

La secta (Grandes falacias de hoy, III)

 

 

Se nos dice,  se rumorea, se afirma que en el Neolítico, e incluso en tiempos pretéritos,  los individuos se organizaban en grupos, en tribus, lo que facilitaba la supervivencia tanto del sujeto como del grupo. Así mismo, el mayor castigo consistía en ser repudiado por la tribu, ya que las posibilidades de supervivencia decrecían tanto por las amenazas naturales como por la existencia de grupos rivales.  Este mismo comportamiento los antropólogos lo han observado en lugares remotos, de los pocos que todavía quedan, de África o Asia, donde se permite (el fantasma del progreso lo permite) la existencia de tribus a su más o menos libre albedrío. Si bien el referido albedrío, a veces, es perturbado por cámaras de televisión que tienen a bien el mostrarnos las costumbres de estos grupos por desgracia casi extintos.

La existencia y señales de identidad de estas tribus van acompañadas por rituales que reafirman la pertenencia de pleno derecho del individuo al grupo, lo que se ha llamado ritos de paso o de iniciación. Esto nos da una idea del contenido sagrado, del contenido trascendente, que en estas sociedades posee toda actividad cotidiana, y no sólo las extraordinarias como las bodas, o los entierros. Incluso la geografía se trasciende para imbricarla con las historias que de forma tradicional y oral se conservan con el propósito de trasladar unas enseñanzas  que superan lo que ahora definimos como “utilidad inmediata”. A lo largo de la historia ciertos grupos humanos mantuvieron unas costumbres, ideologías y hábitos, aunque se vieran obligados a convivir dentro  de sociedades de otro signo,  y así comenzaron a manifestarse grupos más pequeños dentro de sociedades mayores.


 

Si tienes la osadía de seguir leyendo el artículo  puedes hacerlo en el siguiente enlace de mi "otro blog" de la revista Generación.net:

http://raulherrero.blogs.generacion.net/la-secta-grandes-falacias-de-hoy-iii

 

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