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Raúl Herrero

Novedad: Los caníbales de Iván Humanes

Novedad: Los caníbales de Iván Humanes

Iván Humanes Bespín, nacido en Barcelona en 1976. Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona. En el 2005 publicó el libro de relatos La memoria del laberinto (Biblioteca CyH). En 2006 el ensayo Malditos. La biblioteca olvidada. (Grafein). En 2007 la obra 101 coños, que aúna hiperbreves e ilustraciones (Grafein) y en 2010 la novela negra La emboscada (InÉditor). Ha sido coeditor de la revista literaria Dado Roto y ha participado en obras colectivas como El libro del voyeur (Ediciones del Viento), A contratiempo (Nemira) o La luz escondida (Libros del Innombrable). Colaboraciones en diversas revistas literarias: Sibila, Literaturas.com, Revista de Letras, El perro blanco, Crítica, etc. Primer premio de relatos en El Fungible, Ciudad de Jerez y Diomedea, entre otros.

 Su sito en la red es www.ivanhumanes.com

 

«Aún bendecimos los alimentos. Porque hay alimentos para hacerlo. En el sótano. Comemos en el sótano. Aún bendecimos con las manos retorcidas y la cabeza gacha. Madre y padre con la cabeza abajo. Hermana con la máscara que da contra la mesa. Como durmiendo en la mesa. Durmiendo con el filtro de la máscara apoyado en la mesa. Todos bendecimos en silencio. Las máscaras antigás puestas. Los cuatro sentados en la mesa. Bendiciendo. Con las máscaras apropiadas. Luego, comer es una tarea de chinos. Es cuestión de meter rápido los dedos entre la máscara y pasar la comida a la boca. Sin respirar. Sería mejor meter los trozos directamente en el estómago. Pero habría que cortar. Habría que cortar piel. Cortar estómago. Y no. Cuando bendecimos los alimentos pensamos en los otros. Porque aquí dentro todo es paz y silencio. Pero afuera no hay paz. Ni silencio. Digamos que no hay nada. O si hay algo ese algo estará muerto. O condenado.»

Fragmento del relato Unida.

 

 

Desde el humor negro y lo fantástico instalado en lo cotidiano, en los relatos que conforman Los caníbales se da cita un canibalismo evidente y carnal -el de sangre, cuchillo y dientes afilados- pero también otras formas de canibalismo, con menos hígado, pero también dañinas y voraces. La familia, el gobierno, la empresa, el pasado, las relaciones sentimentales, etc. son caníbales. A su modo, devoran al individuo y acaban con la identidad, la deforman.

 

 

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