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Raúl Herrero

Reseña a Retablo de ninfas de José Manuel Corredoira Viñuela en la revista Estreno

Reseña a Retablo de ninfas de José Manuel Corredoira Viñuela en la revista Estreno

Retablo de ninfas

Autor: José Manuel Corredoira Viñuela

Nota prologal de Juan Goytisolo

Zaragoza: Libros del Innombrable, 2010. 90 pp.

 

 

En los últimos cincuenta años es frecuente, en el teatro español, la aparición de dramaturgos que rompen, no solo con el que en cada momento triunfa en los escenarios comerciales, sino también con el que proponen sus colegas más vanguardistas o innovadores. De ese grupo forman parte Arrabal, Nieva, Romero Esteo y Riaza. A él ha venido a sumarse, en los albores del nuevo siglo, José Manuel Corredoira (Gijón, 1970), autor de una decena de obras.

Retablo de ninfas, que consta de tres partes –La prostituta apocalíptica, Lateinisch Lexicon Vol. 1 y La muerte de Nikolai-, es  una pieza carente de acotaciones, sin más indicación que la que sitúa la acción en un piso desamueblado en el corazón podrido de la Gran Manzana. Solo disponemos, pues, del diálogo que mantienen los personajes –dos hombres y una mujer- para imaginar el espectáculo. Todo un desafío a la inteligencia del lector y del director de escena.  La palabra se erige en la gran protagonista. El vocabulario es rico y alumbra un lenguaje que, como sucedía con el de Valle, es un desafío al diccionario de la lengua.  Rescata de sus recovecos voces en desuso o se las inventa. Baste como muestra esta frase puesta en boca de la mujer: “Me está macabeando la chirinola” (19), coloquial y original forma de decir  que su interlocutor le está aburriendo con su largo y pesado discurso. No se limita el autor a transitar por la lengua española, sino que hace alguna breve incursión en otras foráneas, sin que el texto resultante sea una babel solo apta para políglotas. El propósito de Corredoira de “sacar nuevos visos al espejo del idioma”, recordado por Juan Goytisolo en su nota prologal (5), ha quedado plenamente satisfecho.

Respecto al contenido, la obra confirma lo expresado por Calderón de que no hay palabra sin misterio. No existe un argumento claro, al menos en la medida en que suele tenerlo el teatro al uso, sino un discurso construido a base de pláticas propiamente teatrales y monólogos narrativos. Destilan las primeras, con sutil humor, un erotismo mitad galante, mitad procaz, que sugiere un festín de escabrosas escenas. En la parte narrativa queda plasmada, de forma abreviada, la profunda erudición del autor. Algo tiene su relato, puesto en boca de los personajes, de personal tratado de literatura  y hasta de música, en el que no faltan las notas propias de los ensayos académicos. José Manuel Corredoira nos confirma que las barreras entre los géneros literarios están desapareciendo.

 

 

Jerónimo López Mozo

Autor de teatro

Publicado en su número de primavera por la revista norteamericana Estreno

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