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Raúl Herrero

Fernando Arrabal: «Admiro a mi portera y a Dalí»

Fernando Arrabal: «Admiro a mi portera y a Dalí»

el periodico 10/7/2009 Edición Impresa 

la contra

Fernando Arrabal: «Admiro a mi portera y a Dalí»

Acaba de rodar en Barcelona Ushima-Next, una película que, según sus
autores, Frank Charansonnet y Jesús Manuel Montané, toma el relevo del cine
pánico que él hizo en los años 70.

Fernando Arrabal. Foto: FRANCESC CASALS

Fernando Arrabal. Foto: FRANCESC CASALS

Núria NAVARRO

–Actuar es su estado natural.
–Actuar, actúo poco. He aparecido en mis siete películas y en una que se
titula Vida, en la que salgo toreando a un rinoceronte...

–Me refiero a que ha hecho de su vida un espectáculo.
–Cualquiera puede imaginar que hay algo en mí de histriónico, pero es que
mis circunstancias son extraordinarias. ¡Soy el único escritor español cuyo
padre fue condenado a muerte por Franco! ¡El único que le escribió una carta
al dictador! Ese tipo de cosas han creado en España una cierta tensión en
torno a mí...

–Tensión y atención.
–La gente que solo habla de mi visión de la Virgen María y de mis
borracheras que sigan hablando... Puede que el día que se conozca mejor mi
obra se lleven una sorpresa.

–Entre tanto, una célebre duquesa le confundió con un cantante.
–Me dijo: «Lo admiro mucho, conozco todas sus canciones». Pero, bueno, el
alcalde de Venecia me acaba de presentar como «el dramaturgo vivo más
célebre del globo». Todos quedaron encantados. ¿Sabe por qué?

–No señor.
–Porque nadie conoce el nombre de un solo dramaturgo. Se habrían quedado
igual si les llega a decir: «Es el mejor tigre de Bengala vivo». Hace poco
The New York Times publicó la lista de las 100 personas más influyentes del
mundo y, entre ellos, no hay un solo dramaturgo ni un músico ni un poeta.

–¿Conclusión?
–¡La sociedad del espectáculo! Es irrelevante saber quién es Faulkner.

–¿Eso le provoca malestar?
–A mí la situación me gusta. Nada paga lo mucho que me da el ser libre. No
tengo nada que vender y me beneficio del hecho de que se murieran todos mis
colegas. Picasso, Dalí, Ionesco, Beckett. Todo el mundo echa mano del
superviviente. De mí. Me llaman de todas partes. Y en esos viajes siempre
puede ocurrir algo.

–¿En qué anda ahora?
–Precisamente hoy, entre las 15.32 y las 15.47 horas, he citado en París a
algunos amigos, Kundera entre ellos, para celebrar una tertulia sobre Nadja,
la musa de Breton.

–¿Interesado en las mujeres?
–Algún día escribiré una pieza teatral sobre el Banquete de Platón, que
habla de si es mejor amar o ser amado. Sócrates dice: «El amor es el hijo de
la frustración y de la astucia». ¡Evidente! Me interesan las mujeres que
tanto me han apasionado.

–Le creía libre de esa carga.
–En mi vida han sido capitales mujeres como la mía, mi madre, Nadja; Regina
Fischer, la madre del ajedrecista Bobby Fischer; Suzanne, la mujer de Samuel
Beckett...

–Algunas no fueron hermosas.
–Alejandro Jodorowsky ha repetido muchas veces: «A Arrabal siempre se le ve
con monstruos». Y es cierto.

–Ama su inteligencia.
–Amo a las mujeres que no tienen necesidad de mentir y que son especialistas
de algo, aunque sea de sus propias vidas. Por lo demás, creo que Breton no
tocó a Nadja. Incluso puede que Dalí y Gala no se tocaran...

–¿Lo aplaude?
–Hace 50 años, la Fundación Ford tuvo la idea cretina de invitar a EEUU a
seis jóvenes que serían célebres algún día. Entre ellos a Günter Grass, a
Italo Calvino y a mí… En Nueva York una bailarina llamada Berta me dijo: «Me
gustaría que me pasearas con unas esposas». Compré las esposas y la paseé
por la calle 14. ¡Fue maravilloso! Y obviamente no la toqué. ¡Con mi mujer
he tenido 20 años de castidad! ¿Por qué voy a hacer esas vulgaridades?

–¿Qué le proporciona placer físico?
–Los libros de bibliófilo, como los cinco libros de 61 kilos que he hecho
con los cinco artistas chinos más célebres del momento. Ellos podían haber
elegido a Rushdie. ¿Por qué me eligieron a mí?

–Quizá le vean como al último surrealista.
–¡Yo solo soy el chivo expiatorio de las letras españolas! Pero no le
reprocho nada a nadie, ¿eh? Ni siquiera a Aznar. Nunca me he mezclado con
nada. Tuve tentaciones de ser estalinista, pero frené a tiempo...

–Y en medio de esta deflación que nos aplasta, ¿qué le tienta?
–Estamos viviendo un momento muy bello. ¡Llegó el momento de introducir la
ciencia! ¿Conoce la Teoría de Motivos? Los motivos matemáticos pueden dar
una respuesta a Dios, la bolsa y la meteorología.

–Tres grandes pájaros de un tiro. ¿Dios le interesa?
–Lo que me interesa de Dios es por qué alguien puede creer o dejar de creer
en él. Por qué Claudel metió la mano en el agua bendita y, de repente, creyó
en Dios. ¿Por qué?

–A Dalí también le interesó esto.
–Entre las personas que más admiro en el mundo están mi portera, que es
portuguesa, y Dalí.

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