Entrevista al poeta Martín Marcos (con dos sonetos de propina)
(En la imagen superior fotograma de la película El séptimo sello (1957) de Ingmar Bergman.)
Al poeta Martín Marcos lo conocí de la mano de Fernando Arrabal. Vive en Vilviestre, un pequeño pueblecito de la provincia de Burgos, en una casa cuyos cimientos se remontan al siglo XVI, acompañado por unos 5000 libros. Martín se dedica en cuerpo, corazón y vida al disfrute del ajedrez y de la poesía. Escribe unos sonetos extraordinarios y, si la situación y el momento lo precisan, su boca los arranca a bocados, con la misteriosa sonoridad de su voz. Mientras se ocupa en estas nobles tareas, también asume el ejercicio de diversos oficios en su pueblo natal con el único propósito de matar el tiempo. Martín Marcos ha accedido a que le realizara la siguiente entrevista y, para postre, me ha remitido dos de sus sonetos para los lectores de este blog. En la actualidad, inspirado por los aforismos Musgos de Antonio Fernández Molina, se ocupa en la escritura de sus propias sentencias, a las que denomina Astillas, quizá por su condición de leñador y de incansable husmeador de la naturaleza. Acompaña a Fernando Arrabal siempre que puede por EE.UU., España, Italia y esos mundos.
P-¿Qué fue antes la poesía o el ajedrez?
R-Son dos manifestaciones artísticas, pero la poesía quizá se descubrió antes al escuchar su voz interior.
P-¿Recuerda a Los chiripitiflaúticos?
R-Si. Era un programa infantil que se emitía por las tardes, donde aparecían: Locomotoro, Valentina , el Capitán Tan, el tío Aquiles y los hermanos Malasombra... Pero como niño rural y de bosque prefería correr por el campo y jugar con los amigos o subirnos a los árboles...
P-¿Dónde se escribe un poema?
R-Se graba en el pensamiento y se refleja en el papel; es la representación de lo que ya ha sucedido.
P-¿Recuerda cuál fue el primer poema que leyó?
R-En la escuela me impresionó mucho " El Conde Arnaldos" que empezaba:
“Quién hubiera tal ventura sobre las aguas del mar...” y terminaba de una forma muy enigmática: “Yo no digo mi canción sino a quien conmigo va”. Y también me aprendí de memoria un soneto de Lope de Vega que empezaba:
¿ Qué tengo yo que mi amistad procuras
Que interés se te sigue Jesús mío
Que a mi puerta cubierto de rocío
pasas las noches de invierno a oscuras etc....
Pero la gran seducción poética fue con una antología poética de Miguel Hernández; aquello no era tedioso ni aburrido como casi todo lo de la escuela.
La poesía parecía una música de los ángeles que descendía a tu imaginación.
P-De entre los momentos que ha vivido en sus viajes con Fernando Arrabal ¿Cuál recuerda con especial emoción?
R- Fernando Arrabal tiene el don de magnetizar lo que le rodea y expresarlo con humor y dulzura. Todos los viajes con F. Arrabal han sido como una especie de viajes iniciáticos hacia la enseñanza, la belleza y la amistad entre los miembros de la Liga de Poetas; nos hemos visto en Burgos, Cuenca, Madrid, Barcelona, Córdoba, Sevilla, La Toscana o Chequia... pero si he de decir uno, me quedo con el viaje a Nueva York y Chicago, al dar el salto cualitativo y oceánico.
P-¿Qué relación establece entre la poesía y el ajedrez?
R- Para mí son dos expresiones apasionantes. En la poesía lees y escribes; en el ajedrez mueves y esperas. Tanto en la poesía como en el ajedrez se busca la perfección por medio del pensamiento, la belleza o el sentimiento, y para hacerlo hay que atravesar arduos caminos con sacrificio y resistencia, y otras veces los senderos son lúdicos, llenos de musicalidad y alegría contenida en el rostro. En las dos existe una apertura, un medio juego y un final. En el ajedrez se busca el jaque mate, pero enseguida se empieza otra, por eso nos suele comentar Arrabal lo que decía André Bretón: ¡Ahí está Duchamp con su eterna partida de ajedrez! En el fondo también pudiera haber dicho: ¡Ahí está Rubén Darío con su eterno poema...! La vida es corta, y el arte es largo diría Antonio Machado, y además no importa.
P- En su pueblo en verano se contempla la Vía Láctea con claridad y...
R- Sí. En mi pueblo las noches de verano son estupendas, por ejemplo en la semana del diez al quince de agosto, por San Lorenzo, puedes pasear casi como los peripatéticos, y al salir del pueblo y en la oscuridad, puedes sentarte o tumbarte y ves a la perfección todo el camino de santiago o Vía Láctea; ves todo ese polvillo blanco dispersado como un inmenso arco en la constelación, y puedes ver además: treinta, cuarenta o cincuenta estrellas fugaces en no demasiado tiempo. La verdad es que los cielos en verano aquí en Vilviestre, son estupendos, y uno se regodea y se va feliz a la cama.
P- ¿Qué podría hacer el mundo por mejorar? (Por favor no incluya doctrinas de rebaños, ni de ideólogos inquisidores.)
R-En los paseos con Fernando Arrabal, a veces, no queda más remedio que ver cómo está el mundo, tan absurdamente desproporcionado de hambre y saciedad; de libertad y esclavitud...y entonces pensamos que se necesita un sólo gobierno mundial regido por santos laicos que impongan la buena voluntad y convierta este mundo en algo más acorde al pensamiento y los nuevos tiempos que se esperan del siglo veintiuno.
P- ¿Dios?
R- ¿El qué? ¡Ah,la eternidad!
El universo es sagrado, la eternidad espera al que ha nacido, pues lo que existe, existirá siempre, y lo que no existe, no existirá jamás.
P-La poesía y la verdad…
R- Los filósofos buscan la verdad; la poesía seduce metafóricamente, y lo que escribe, puede interpretarse en diferentes verdades o mentiras; Tú verdad, no la verdad. La verdad absoluta creo que se nos escapa.
P-En el cine la poesía se oculta bajo el ala de...
R- Es evidente que el cine tiene poesía. Yo encuentro poesía en las tres K ( no Karpov, Kasparov, Kramnik) sino en Kusturica, Kaurismaki y Kierostami. Afortunadamente ha habido grandes maestros del cine que nos emocionan en determinadas secuencias o gags, desde Chaplin hasta el cine Mexicano o Africano, etc.
P- ¿Recuerda el programa Un, dos, tres?
R- Ha habido muchos, yo me quedo con el que presentaba Kiko Ledgard y los cicutas con Valentín Tornos. Yo era un niño pero, a decir verdad, no lo veía demasiado, me parecía un poco infantil.
Portada del libro de Arrabal Éxitos y fracasos sobre el tablero
Dos sonetos de Martín Marcos:
FANDO
Vino a París como un sueño de Fando
Lleno de fe, del ser que vio a María
Vino con luz, pues todo en él lucía
Y por insignia el buque de Lepanto.
Atrás quedo el dolor, penas y llanto
Era la paz la flor que allí nacía
Era el dulce cantar que cantaría
Sin miedo, sin temor y sin quebranto.
Sueña que al soñar ya está soñando
Lo helicoidal que Heráclito intuía
Como eslabón, memoria o como un santo.
¡Qué arrabal de palabras se diría
Paseando por Venus con tu lira
Y el arco dio en el centro de Fernando!
SURGIA COMO UN PRONTO LA ALBORADA
Surgía como un pronto la alborada
Abocada al final la negra noche
Yacía y consumía su derroche
Atisbaba de luz la madrugada.
Surgía y abocaba la morada
Yacía y atisbaba sin reproche
Crujir se oía en llanto al alimoche
Perdido al frío amor de la nevada.
Mi corazón en absoluta calma
Atónito al fluir introspectivo
Tornábase abocado hacia su alma.
Delirio subyugado y subjetivo
Que en súbita razón así lo empalma
Como justo existir lo que está vivo.
Enero 2006
Si alguien desea ponerse en contacto con Martín Marcos puede hacerlo en el siguiente correo: martinmarcos26@yahoo.es
5 comentarios
Solar -
No leo todo, solamente aquello que llame mi atención y justamente me encontré con un obituario especial sobre Martin Marcos...de acuerdo en decir que bella elegía de F Arrabal..tan sinceras letras me conmovieron y guardé la página(cosa rara en mí!!).
Hoy la encuentro, la vuelvo a leer y finalmente algo sobre Marcos...me emociono y triste estoy por su temprana entre la prisa de llegar a las estrellas...
Somos todos polvo en estrellas de la Vía Láctea
edu gabriele -
Mariano Ibeas -
Mariano Ibeas
Anónimo -
Luis B -
Un saludo.