M. Cinta Montagut escribe sobre Diez poetas canadienses en la Revista The Barcelona Review
“Un olvido subsanado”
Diez poetas canadienses
VV.AA.
Edición de Francisco Torres Monreal.
Traducción, selección e introducción de Francisco Torres Monreal.
Libros del Innombrable, Zaragoza, 2008.
Se publica en España por primera vez una antología de poetas canadienses francófonas (cosa que la portada del libro no lo especifica). La poesía de Québec, la provincia francesa del Canadá, es una poesía rica, plural y muy amplia tanto en lo que atañe al número como a la calidad de los poetas, que son, casi sin excepción, unos perfectos desconocidos para los lectores españoles. De ahí la importancia de este libro, que nos da una pequeña muestra, necesariamente breve, pues es imposible dar cabida en un solo volumen a la rica pluralidad de la poesía canadiense escrita en francés. El antólogo limita la selección a diez nombres: Gaston Miron, Jacques Brault, Michel Beaulieu, Nicole Brossard, Denise Desautels, Pierre Nepveu, Louise Dupré, Paul Bélanger, Marie Uguay y Hélène Dorion.
Algunos de estos poeta,s como Nicole Brossard o Hélène Dorion, tienen ya traducciones al castellano o al catalán, pero el resto permanecía inédito en castellano, incluido Gaston Miron, el gran poeta de Québec, equiparable a Salvador Espríu o a Antonio Machado.
En el extenso prólogo, Francisco Torres Monreal resume la historia de Québec y a continuación presenta un panorama muy documentado de la poesía quebequense moderna desde Emil Nelligan (1879-1941) hasta los poetas de nuestros días, pasando por otras figuras indiscutibles. Seguidamente ofrece una breve semblanza literaria de los antologados, con claves para su lectura.
Encontramos en las composiciones los temas que definen la modernidad del siglo XX y el poco trecho del XXI que llevamos consumido; por ejemplo, el feminismo, representado por Nicole Brossard y Louise Dupré; Québec como espacio y territorio poemático en Gaston Miron; la reflexión interior en Dorion y Beaulieu: la ciudad como territorio de todas las experiencias y posibilidades vitales en Brossard y Beausoleil; la palabra como vehículo necesario para la transmisión poética y como motivo de reflexión en Brault y Nepveu; la arqueología de lo íntimo en Desautels; el mundo contemporáneo en toda su extensión en Bélanger; la mirada nítida del mundo a partir de la enfermedad en Maria Uguay.
La edición bilingüe permite al lector un acercamiento mucho más directo a la obra de estos poetas, y constituye, como ya hemos señalado, una pequeña, aunque sólida muestra, de la producción poética de Québec. Libro necesario e imprescindible
para el conocimiento de una poesía que hasta ahora permanecía oculta para los lectores españoles, es de desear que las traducciones continúen y podamos en un futuro próximo disfrutar de las obras de estos y otros poetas francófonos del Canadá.
M Cinta Montagut
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