Manifiesto para el tercer milenio
He llegado tarde, pero al fin estoy seguro. La cuestión, sin ninguna posibilidad de emancipación, radica en lo siguiente: La vanguardia hoy, o dicho de otro modo, las más bellas y sandungueras creaciones del arte y la literatura de nuestra época, pasan por la ciencia y, en concreto, por la física cuántica. Esta certeza, verdad quizá sea una palabra demasiado reverente, la he adquirido tras grandes pruebas que se asemejan a milagros ante mis ojos sorprendidos. Las lecturas de Schrödinger, la reciente publicación de Alicia en el país de los cuantos de Robert Gilmore (Alianza Editorial, 2006) y sobre todo El Manifiesto para un tercer milenio de Fernando Arrabal recientemente aparecido en francés, en edición de Punctum, con prólogo del poeta francés Jean-Marc Debenedetti me han llevado a semejante certeza.El nuevo manifiesto pánico complementa, seduce y sitúa mi intuición en su lugar. Parte del texto lo publicó Arrabal en sus colaboraciones dominicales en El Mundo. En el cine y la novela han surgido con frecuencia detalles de la física cuántica. Pero lo mejor es el principio de indeterminación, todo ese engranaje que nos lleva por fin a manifestar que la realidad no es lo que nos han hecho creer, por tanto todo es posible. ¡Por fin la certeza! La realidad es otra. ¡Qué felices haría a Plotino, Duchamp y Sócrates esta noticia! Seleccionamos el siguiente extracto de El Manifiesto para un tercer milenio.
Confusión: Estado por esencia ‘pánico’, que, con el azar, determina el espacio y el tiempo. [Confunde que un diario actual se atreva a publicar un texto como éste.]
Tiempo: Noción sujeta a la confusión ‘pánica’ que puede tener la apariencia de realidad fundamental o de idea útil. La ignorancia de donde proviene el tiempo nos impide precisar si hubo un comienzo [no sólo durante el amor]. La experiencia intenta persuadirnos de que el tiempo transcurre del pasado hacia el futuro. [Únicamente mis lectores más perezosos se preguntan de dónde sacar tiempo para no preocuparse por el tiempo.]
Espacio: Noción sujeta a la confusión ‘pánica’ que puede tener la apariencia de realidad fundamental o de representación útil. O sutil.
Realidad: Principio (y carácter) confuso. Únicamente podemos explorarla a través de los dos intérpretes de su propio teatro. Observamos confusamente a estos dos protagonistas (tiempo y espacio) sirviéndonos de la experiencia de nuestro pensamiento hacia adentro. Por lo tanto nuestra percepción del exterior, hacia afuera, solo puede ser aún más confusa. [Es asombroso que incluso frases como ésta puedan leerlas mis amados lectores en una publicación no especializada.]
Teoría ‘pánica’: Aparece con olor de bosque como la teoría de la confusión. Surge más de medio siglo después de las dos teorías físicas anteriores: la mecánica cuántica y la relatividad. Mecánica cuántica: Para el ‘pánico’ es la teoría de lo infinitamente pequeño elaborada por gigantes. Muestra el comportamiento de las partículas elementales y su interacción con la luz [“La torre herida por el rayo”].
En Libros del Innombrable entre tanto nos preparamos para la Feria del libro de Zaragoza. ¿Seremos víctimas también de la indeterminación? Sueño con una caseta como el gato de Schrödinger.
Una de las página donde se explica el asunto del gato:http://www.ciencia-ficcion.com/glosario/p/paragato.htm
3 comentarios
Candela -
Para que veas lo que gusta leerte.
Un saludo
Raúl -
Abrazos
IHB -