El arte moderno de 1880 según Huysmans
(En la imagen superior La Tentación de San Antonio de Felicien Rops, 1878)
El escritor Joris-Karl Huysmans se ocupó de la crítica de arte en diversos periódicos y revistas. Estos escritos los reunió en sendos libros: El arte moderno y Algunos, publicados en 1883 y 1889 respectivamente. Este escritor, que convive en los manuales bajo el apelativo del “decadentismo”, formula valiosas apreciaciones sobre pintores que hoy suenan al público como maestros indiscutibles: Gauguin, Renoir, Monet, Cézanne, Pizarro, Degas… Aunque en los citados textos de Huysmans los impresionistas ocupan un espacio prominente, también se ocupa el autor de pintores por aquel entonces considerados “oficiales” y, desde luego, de adscritos al simbolismo como Odilon Redon y Felicien Rops.
Mi interés por estos libros surgió tras ahondar en la vida y la obra de mi cada día más admirado Gustav Moreau, del que nuestro autor refiere lo siguiente: “ El Sr. Gustave Moreau es un artista extraordinario, único. Es un hombre misterioso, recluido en París, en una celda donde ya ni siquiera penetra el ruido de la vida contemporánea que, sin embargo, golpea furiosamente a las puertas del claustro. Abismado en éxtasis, ve resplandecer las visiones mágicas, las apoteosis sangrientas de otras épocas.”
A continuación el autor hace referencia a la obsesión de Moreau por los renacentistas Mantegna y Da Vinci y pasar a informarnos que, en las obras presentadas en el salón oficial de 1880, “el Sr. Moreau se ha quedado prendado de las artes hieráticas de la India y de las dos corrientes del arte italiano y del arte hindú”.
No siempre Huysmans se muestra complacido con las obras, más bien suele ocurrir lo contrario. También a los impresionistas les lanza alguna que otra invectiva. Así del lienzo Comida en Bougival de Renoir afirma que “le falta fuerza”. También nos sorprenden algunas consideraciones sobre Gauguin: “Este artista nos había aportada el año pasado, un excelente estudio del desnudo; este año, nada que valga la pena.”
Si bien El arte moderno lo integran una serie de extensos artículos sobre los salones oficiales de 1879, 1880 y 1881, además de las exposiciones de los Independientes de 1880 y 1881, al que se añade un apéndice fechada en 1882; el segundo libro, que integra el volumen Algunos, se compone de textos de cierta brevedad, en su mayoría, sobre pintores y temas. Nos sorprende que al artista al que dedica más atención sea el “raro” y brillante Felicien Rops. El autor no duda en describirnos los grabados más sexuales, extremos y sorprendentes con una elegancia y cordialidad que los hace todavía más descarados. Así, el lector se sitúa frente a la imaginación y las sugerencias del autor que, a veces, superan al encuentro visual con las obras a las que hace referencia. Huysmans interpreta con acierto vaticinador la pintura de Odilon Redon, con aclaraciones y explicaciones que preludian al concepto de Realismo Mágico de Franz Roh, originado como precedente a la llegada del Surrealismo a la escena artística.
La nota más exótica del libro la procura el autor al describirnos las obras de un tal Wagner del que se ignora su procedencia, paradero e identidad. Así en la media página dedicada al misterioso pintor nos atenaza el deseo y la curiosidad por las creaciones de este tal Wagner al que Huysmans afirma que conoció, por sus lienzos, en la exposición de 1884 en las Tullerías y del que nunca más ha tenido noticia.
El arte moderno / Algunos Joris-Karl Huysmans Neometropolis, Tecnos/Alianza, Madrid, 2002.
0 comentarios