Poema de Drukpa Kunley
La Beatitud y la Vacuidad indivisibles, la Conciencia última,
renuevan el vínculo que une al Lama con lo Divino.
El aliento vital de aquellos que violan los Votos en las Diez Esferas
renueva el compromiso de los Protectores y de los Guardianes.
Una ofrenda de Tres Cosas Blancas y de Tres Cosas Azucaradas
renueva el compromiso de las Diosas Guardianas.
La ofrenda de un poco de comida, de incienso y de cerveza
renueva el compromiso de los Demonios y de los Dioses de la Guerra.
La ofrenda de cientos y miles de regalos
renueva el compromiso de los Lamas egoístas.
La ofrenda de pequeños objetos al monasterio
satisface a los discípulos sirvientes vulgares.
La ofrenda de una sonrisa aduladora
satisface el espíritu de los monjes sin fe.
Negarse a hacer una donación a los monjes cuando se está a punto de morir
satisface el espíritu de los viejos y de los enfermos.
Doblar o triplicar la ofrenda al Superior o al Tesorero
satisface a los funcionarios de un templo.
Desgranar sin cesar un rosario de palabras resecas
satisface la ambición de los eruditos.
Practicar una meditación falsa en el paraíso de los locos
satisface el espíritu de los Gomchens libertinos.
Golpear en las puertas y hacer ladrar a los perros
satisface al mendigo de aliento putrefacto.
La radiante sonrisa del joven Gomchen
satisface el espíritu de las monjas.
Las generosas donaciones póstumas de té
satisfacen a los cráneos afeitados perezosos.
La adulación superficial
satisface a los políticos y a los superiores.
Las promesas no cumplidas
satisfacen a los sirvientes sinvergüenzas.
Los campos estériles satisfacen a los esclavos.
Aunque predique en el desierto, sus propias palabras
satisfacen al cabeza de familia charlatán.
El parloteo de los borrachos sin malicia
satisface a los jóvenes de carácter débil.
Las querellas de dinero entre amo y criado
satisfacen al intendente tejemaneje.
La manteca y las golosinas
satisfacen a las madres repletas.
Los bienes mobiliarios y vendibles
satisfacen a los padres borrachos.
Jugar y lloriquear en la ceniza y en la caca
satisface a los bebés mimados.
El célibe sin discernimiento
satisface a las mujeres insaciables.
Encontrar hábiles excusas para la glotonería
satisface a los barrigudos.
El té frío y la cerveza pasada
satisfacen a los gorrones hambrientos.
Un brisa frescaprocedente de la montaña
satisface a las hilanderas, ya que no pueden trabajar.
Los rábanos crudos y sin sal
satisfacen a los criados y a los campesinos perezosos.
Un jarro enlucido con una capa de laca
satisface al ceremista cuyos potes huyen.
El moco, los gargajos y las porquerías de la nariz
satisfacen al fabricante de escupideras.
Drukpa Kunley Siglo XVI
Traducción de Hipólito Heredia
(La divina locura de Drukpa Kunley, Prólogo y traducción de Hipólito Heredia, Miraguno ediciones, Barcelona, 2002).
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DEDALETE -
A la ciudadanía y sus mascotas:
Se hace saber que desde ayer por la noche varios camiones de butano han sido asaltados por una persona de origen desconocido. Al parecer, según relatan los diversos butaneros que han sufrido estos ataques, el modus operandi suele ser el siguiente:
Mientras realizan el reparto habitual de bombonas sienten como una fuerza sobrehumana eleva el camión hasta colocarlo en posición vertical. Entonces una sombra que algunos testigos han definido como semejante a un mapache y otros con cierto parecido a un pitufo, aunque con el rostro ruborizado por el esfuerzo y la ira, se apropia de cuatro o cinco bombonas de butano que coloca sobre lo que parece ser es la espalda del sujeto. Luego el asaltante desaparece con una rapidez inusual dejando al testigo en una extraña situación que definen como desorientación. Aunque la mayoría de los testigos han coincidido en advertir que el asaltante desaparece al grito de ¡Ay Dios mío! Otros, aseguran, que les pareció oír: ¡Que hoy es la purísima, que hoy es la purísima!
Al tiempo que se sucedían estos hechos un comando especial de butaneros ha descubierto a una anciana en cuyo poder obraban treinta y siete toneladas de bombonas de butano conectadas entre sí. Cuando la brigada descubrió la bomba la anciana amenazó con volar todo por los aires, mientras acercaba a las bombonas un libro al parecer sobre la Masonería. Aunque algunos han encontrado alguna relación entre ambos sucesos no está del todo claro, por lo que rogamos a la población usuaria de las bombonas precaución. La detenida, tras ser reducida por la brigada de butaneros, al lanzarle un billete de cinco euros al suelo, realizó la siguiente declaración La culpable de todo es mi hija. Tras ser examinado por la unidad de psiquiatría han decidido internarla porque al parecer sufre un trastorno monetariodespresivo que los especialistas califican como butanomanía.
Seguiremos informando.
El gobernador civil Don Altramuces de neón y gandarrias de las Américas y allende los mares