Zorba, el griego, (I)
Un día pasaba yo por una aldehuela. Un viejo abuelo nonagenario estaba plantando un almendro . "¡Eh, padrecito! -le digo-, ¿plantando un almendro?". Y él, todo doblado como estaba se vuelve hacía mí y me dice: "Yo, hijo, obro como si no hubiera de morir nunca". "Y yo -le respondo- obro como si mi muerte fuera inminente". ¿Quién de los dos acertaba?
Nikos Kazantzakis, Alexis Zorba.
Círculo de lectores, Buenos Aires, 1973
Traducción de Roberto Guibourg
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