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Raúl Herrero

Perlas peladas de Giovanni Papini

Perlas peladas de Giovanni Papini

Circe y Orfeo


En el mundo del arte hay una sola guerra: la de Circe y Orfeo. Entre Circe, que transforma los hombres en bestias, y Orfeo, que transforma los brutos en hombres.


Escritores y animales


Cuentan que el famoso poeta francés Dubartes, cuando quería hacer al descripción de un caballo, se agachaba colocando las manos en el suelo, a guisa de cuadrúpedo y relinchaba, galopaba y tiraba coces. Diríase que muchos escritores modernos han intentando durante toda su vida, hacer la descripción del orangután o del pavo.


Autobiográfico y polémico


Los críticos italianos de principios del Trescientos —tanto los clérigos como los laicos— no veían a Dante con buenos ojos. Es más, algunos le tenían   verdaderamente en gran dispitto. Pero, como quiera que las obras del florentino eran buscadas y leídas en toda Italia, no podían por menos que ocuparse de él, aunque fuese a regañadientes y con desgana.

Y para no estrujar demasiado sus delicadas meninges escogieron una "fórmula" tan cómoda como simplista para deshacerse rápìdamente de aquel importuno Alighieri que les atacaba los nervios. Y sentenciaron, de una vez para siempre, que nuestro Dante era "autobiográfico" y "polémico", todo lo más con algún ribete "lírico" e "idílico".

Y todos los críticos de aquel entonces repitieron, como un coro de urracas domesticadas, esa fórmula y esos epítetos, cada vez que salía a la luz una obra de Dante. En la Vita Nuova y en las Rimas —decían— prevalece lo autobiográfico, en el De Monarchia y en el Convivio, domina, en cambio, "la polémica" mézclanse y elázanse continuamente, exceptuando unos cuantos intermedios líricos y retóricos. Has en lo más alto del Paraíso ese condenado florentino exponía su persona abandonándose a deplorables "excesos polémicos".

La historia, hoy, no registra ni los nombres de los tales críticos del Trescientos, mientras las obras "autobiográficas" y "polémicas" de Dante se leen y se admiran en todos los idiomas del mundo.

 

[Exposición personal, Giovanni Papini, traducción de Alfonso Banda Moras, Luis de Caralt editor, Barcelona, 1968.]

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