Josep Soler. La Música de la Pasión
[Los miembros de la revista digital Generación.net han tenido la amabilidad de crearme un blog, al que llamaré desde ahora Mi otro blog, para que cuelgue mis colaboraciones en la revista. ¡Desde luego algo inmerecido y sorprendente! A modo de inauguración he pergeñado unas líneas sobre el gran Josep Soler y su ópera Jesús de Nazaret. Como siempre incluyo unas primeras líneas del trabajo].
Transcurría el año 1998 cuando el Catedrático de musicología de la Universidad de Oviedo Ángel Medina publicó el libro ejemplar Josep Soler. Música de la pasión (Ediciones del ICCMU, Colección Música Hispana Textos, Madrid, 1998) . El objeto de estudio, es decir, el propio Soler, me comentaba hace unos días la apremiante tercera edición del volumen, en una versión sensiblemente aumentada.
La noticia me sorprendió. Josep Soler, y yo mismo, somos escépticos, quizá éste término implique menores sugerencias nocivas que el de “pesimistas”, respecto la cultura y sus desencuentros en el mundo de hoy. Respecto al pesimismo leo la siguiente declaración del cineasta Woody Allen (ABC, Domingo, 26-04-2009, entrevista realizada por Anna Grau) :
“Yo más bien creo que tengo una visión realista del mundo como un sitio trágico –de eso no tengo ninguna duda-, que la gente convierte en un sitio mucho peor aún, donde casi nada es ni funciona como debería… Entonces no hay que tener miedo de probar soluciones raras o poco familiares, siempre que no hagan daño a nadie… “
En su libro: J.S. Bach. Una estructura del dolor (Scherzo fundación, Madrid, 2004), Soler incluye la siguiente nota a pie de página. —Ante ella, cualquier persona inquieta e interesada por el ser humano y sus posibilidades sufrirá un escalofrío de pavor, ante lo familiares que, por desgracia, le resultarán las siguientes aseveraciones—:
“Que bajo las apariencias de una espléndida aportación de la tecnología la sociedad oculta un, cada vez más profundo, desprecio para la cultura, desprecio que aumenta cuánta más elevada y compleja, cuanto más importante sea ésta: y las artes, el pensamiento, se resienten cada vez más perdiendo posibilidades y ayudas, y dejando de ser el orgullo de cualquier nación ya que son las actividades más peligrosas para las instituciones y gobiernos: todo se evalúa en cantidad y, aparentando ser los gobiernos más socialistas y democráticos, son, en realidad, los que más desprecian las masas del pueblo ya que parten de la base que con tal que les guste un espectáculo o una determinada fiesta, cualquier cosa es buena; y la cuerda se rompe siempre por el sitio más delgado: cuanta más cultura-basura se entregue más se exigirá por las masas, que cada día pierden capacidad crítica y que se ven sometidas a una falta de información crítica, precisamente para que no puedan acceder al nivel peligroso, nivel que exigiría muchos cambios igualmente peligrosos”.
¡Con cuanta claridad Soler expresa lo que tantos promotores, gerentes y técnicos de actividades culturales, teatros y otros receptáculos deberían al fin comprender para oponerse a tanto dislate! En ese caso los responsables de ministerios y corpúsculos políticos demostrarían, ¡al fin!, que se interesan por el bienestar del ciudadano. (No sólo de pan vive el hombre).
Josep Soler en la fotografía superior
2 comentarios
Raúl Herrero -
Raúl Herrero
luisa murta -