Cervantes y El despachito de Raúl Herrero en Turia
En el último número de la revista Turia (nº107) se incluye una reseña de Alejandro J. Ratia sobre mi último libro que incluye las piezas teatrales: Cervantes de perfil o la venta de los milagros y El despachito (Libros del Innombrable, Los libros del señor Nicolás, 2012). A continuación un breve fragmento de la misma:
Raúl Herrero (Zaragoza, 1973) es poeta, narrador, pintor, antólogo y editor. También es dramaturgo. Entre las varias obras que ha pensado para el teatro, “El hombre elefante” fue la primera en editarse (2007), y también la primera en subir a las tablas (Buenos Aires, 2010).
Ese estreno tuvo un merecido éxito. Junto al poemario “Los trenes salvajes”, esta versión de la historia de Joseph Merrick cuenta entre lo mejor que ha escrito este zaragozano y, por añadidura, es un excelente y bien engrasado artilugio dramático. Esto sucede también con las dos piezas que se reúnen en un nuevo libro de Raúl Herrero, un díptico que podría funcionar sobre el escenario tanto o mejor que sobre el papel: “Cervantes de perfil o la venta de los milagros” y “El despachito”.
Ambas obras se fingen en unos tiempos y espacios muy literarios, pero muy reales en la práctica dramática y el imaginario colectivo. La primera se ambienta en el Siglo de Oro, o mejor dicho, en el territorio quijotesco, donde el propio Cervantes pasa a ser personaje. La segunda en una Distopía, un futuro próximo o realidad caricaturizada. Esa escena antiutópica es otro universo literario preexistente, tanto como el cervantino, donde se cruzan los mundos de Kafka (y del “Proceso” de Orson Welles), de Fritz Lang, de los guiones de Rafael Azcona que rodara Marco Ferreri (el diminutivo del título es un homenaje a ellos), y de Fernando Arrabal.
Si perder de vista al “Esperando a Godot”. Los figurines de Esther Martín que acompañan a esta edición ilustran muy bien ambos escenarios. En la “Venta de los Milagros”, los trajes se atienen a los cánones tradicionales del teatro clásico; en “El despachito”, los uniformes remiten a ciertas películas de Ciencia Ficción, como “La fuga de Logan” o “Fahrenheit 451”.
En un preámbulo, el autor confiesa que su capricho cervantino ha sufrido una gestación larga, con una primera redacción de hace dos décadas
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